La Tiendita de los Horrores
Seymour trabaja en una florería de mala muerte. Su vida es
mediocre, viviendo en el propio lugar, siendo pisoteado por su jefe y viendo a
la mujer que ama mal tratada por su novio abusador. Todo cambia cuando compra
una extraña planta que empieza a traer clientes. Lo que parece el resurgimiento
del local, termina en un enfrentamiento con el caníbal vegetal parlanchín.
Primero que nada tengo que admitir que nunca había visto
esta película. Sabía que existía, y vi la versión de 1960, pero recién ahora se
me dio por verla, y que bien que hice.
Esta película está basada en el musical de Broadway, que a
la vez esta inspirada en la ya citada cinta del 60. Y ahora nos quejamos del
remake del remake…
Pero, retomando. Este film es muy hijo de su época. En los
80 cualquier cosa podía hacerse en cine y no solo era aceptado por el
espectador (contrariamente a lo que pasa ahora que le buscan realismo a todo),
si no que la gente detrás de los proyectos, al no poder hacer todo con cgi porque
aun estaba en sus inicios, se las ingeniaba de buenas formas con los efectos
artesanales.
Así es como la planta en cuestión, Audrey ll, termina
teniendo una personalidad propia tremenda, siendo mucho mejor personaje que por
ejemplo que la propia Audrey (que con su vocecita se hace bastante odiable). A
esto hay que sumarle que en esa época Rick Moranis podía hacer dupla hasta con
una piedra real, y aun así salía algo entretenido.
El capo de Frank Oz toma la posta para de este proyecto
dirigiéndolo, y la verdad se luce. No solo por saber sacarle provecho a la
locura que es el guion, si no porque su dirección es endiabladamente divertida.
Todas las canciones no tienen desperdicio, en especial las que comparten Moranis
con Audrey ll. Y también porque a nivel actuación logra hacer lucir a todo el
elenco.
Y acá quiero hacer mención especial para Steve Martin, actor
que nunca me termino de gustar del todo, pero en esta ocasión hace de un
villano dominador que le gusta provocar dolor bastante divertido. También las
breves apariciones de varias caras conocidas, donde destaco en especial a los siempre
rendidores John Candy y Bill Murray.
Como suele pasar con las películas de esta época (y más de
este estilo) pese a que no buscaban romper moldes o ganar premios, la factura
técnica es impecable y si se la compara con productos de la actualidad, nada
tienen que envidiarles. ¿O acaso piensan que si se hiciera una remake (ojala
que ningún productor sin ideas lea esto), la planta y todos los efectos serian
hechos con computadoras? Además de armar un elenco joven, con gente carilinda
sin demasiado talento solo para llevar gente al cine.
Como dije más arriba, La
Tiendita de los Horrores es una digna hija de su época, donde se podía
hacer un musical con una planta parlanchina que además era caníbal, y nadie se
ruborizaba por llevar ese proyecto a cabo; ni mucho menos por irlo a ver al
cine.
En algunas ediciones de blue ray, se incluyen minutos extras
y un final que termino siendo descartado; bastante menos rosa que el que se
termino viendo en la película. Se los tiro como dato nerd para levantarse
minas.
Con el paso de los años el film fue ganando la importancia
que se merecía, hasta llegar a conseguirse en una película de culto. No al
grado de Los Cazafantasmas, pero si
en un segundo pelotón, que tampoco es algo malo.
Un saludo desconfiando de las plantas.
Nota: 7.5
Jorge Marchisio