martes, 24 de marzo de 2015

Atrapamoscas musical



La Tiendita de los Horrores  




Seymour trabaja en una florería de mala muerte. Su vida es mediocre, viviendo en el propio lugar, siendo pisoteado por su jefe y viendo a la mujer que ama mal tratada por su novio abusador. Todo cambia cuando compra una extraña planta que empieza a traer clientes. Lo que parece el resurgimiento del local, termina en un enfrentamiento con el caníbal vegetal parlanchín.

Primero que nada tengo que admitir que nunca había visto esta película. Sabía que existía, y vi la versión de 1960, pero recién ahora se me dio por verla, y que bien que hice.

Esta película está basada en el musical de Broadway, que a la vez esta inspirada en la ya citada cinta del 60. Y ahora nos quejamos del remake del remake…

Pero, retomando. Este film es muy hijo de su época. En los 80 cualquier cosa podía hacerse en cine y no solo era aceptado por el espectador (contrariamente a lo que pasa ahora que le buscan realismo a todo), si no que la gente detrás de los proyectos, al no poder hacer todo con cgi porque aun estaba en sus inicios, se las ingeniaba de buenas formas con los efectos artesanales.

Así es como la planta en cuestión, Audrey ll, termina teniendo una personalidad propia tremenda, siendo mucho mejor personaje que por ejemplo que la propia Audrey (que con su vocecita se hace bastante odiable). A esto hay que sumarle que en esa época Rick Moranis podía hacer dupla hasta con una piedra real, y aun así salía algo entretenido.

El capo de Frank Oz toma la posta para de este proyecto dirigiéndolo, y la verdad se luce. No solo por saber sacarle provecho a la locura que es el guion, si no porque su dirección es endiabladamente divertida. Todas las canciones no tienen desperdicio, en especial las que comparten Moranis con Audrey ll. Y también porque a nivel actuación logra hacer lucir a todo el elenco.

Y acá quiero hacer mención especial para Steve Martin, actor que nunca me termino de gustar del todo, pero en esta ocasión hace de un villano dominador que le gusta provocar dolor bastante divertido. También las breves apariciones de varias caras conocidas, donde destaco en especial a los siempre rendidores John Candy y Bill Murray.

Como suele pasar con las películas de esta época (y más de este estilo) pese a que no buscaban romper moldes o ganar premios, la factura técnica es impecable y si se la compara con productos de la actualidad, nada tienen que envidiarles. ¿O acaso piensan que si se hiciera una remake (ojala que ningún productor sin ideas lea esto), la planta y todos los efectos serian hechos con computadoras? Además de armar un elenco joven, con gente carilinda sin demasiado talento solo para llevar gente al cine.

Como dije más arriba, La Tiendita de los Horrores es una digna hija de su época, donde se podía hacer un musical con una planta parlanchina que además era caníbal, y nadie se ruborizaba por llevar ese proyecto a cabo; ni mucho menos por irlo a ver al cine.

En algunas ediciones de blue ray, se incluyen minutos extras y un final que termino siendo descartado; bastante menos rosa que el que se termino viendo en la película. Se los tiro como dato nerd para levantarse minas.

Con el paso de los años el film fue ganando la importancia que se merecía, hasta llegar a conseguirse en una película de culto. No al grado de Los Cazafantasmas, pero si en un segundo pelotón, que tampoco es algo malo.



Un saludo desconfiando de las plantas.



Nota: 7.5

Jorge Marchisio

viernes, 20 de marzo de 2015

El santo de la botella



St. Vincent   




Vincent es alguien que normalmente conocemos como un viejo de mierda. Se lleva mal con casi todo el mundo, no le interesa nadie más que el mismo, toma, fuma, se la pasa puteando, es putañero. Y de un día para el otro tiene que empezar a cuidar al hijo de su nueva vecina; con la excusa de cobrar un sueldo como niñera. Así es como Vincent empezara a abrir su coraza y todos comenzaran a saber porque es así.

Estamos ante el clásico relato de “viejo mal llevado que en realidad es bueno”, así que aquellos que esperen ver algo nuevo u original, vayan pensándolo dos veces antes de ver esta película.

Pero irónicamente, en el cliché es en donde tiene su virtud, porque para eso vejete mala onda, acertaron poniendo al grandísimo Bill Murray en un papel que le viene como anillo al dedo. No porque suela hacer de insoportable o borrachín, si no porque es alguien a quien si le creemos que con el paso de los años se hay vuelto un amargado que perdió casi toda humanidad que le quedaba.

Para ser más específicos, imagínense al Doctor Venkman de Los Cazafantasmas, pero ya muy grande y que la vida le fue sacando de a poco sus amigos, su pareja y todo lo que le daba alegría a su vida. Y uno entenderá porque pese a que se nota que no es tan malo como aparenta serlo, tiene motivos para querer estar solo consigo mismo.

Es una pena que al gran trabajo que hace Murray, los secundarios no lo secundan como deberían. El chico en cuestión es un nene genérico que no destaca ni molesta, pero no tiene esa química que se necesita para estas películas donde convive un adulto con un niño (por ejemplo, Gigantes de Acero se sostenía en gran parte por eso). Y los adultos tampoco suman demasiado.

Por desgracia Naomi Watts está bastante sobreactuada y no logra sacarle jugo a un papel que podría haber sido el complemento perfecto para Murray, pero se la nota bastante forzada y dura (raro verla no actuando bien). Y también es increíble que la insoportable y odiable Melissa McCarthy lejos de querer asesinarla como suele suceder, acá está (quien lo diría) soportable. Es más, diría que hasta actúa mejor que la Watts.

Pero como digo, ninguno le hace sombra a Murray y prácticamente lo dejan solo cargando la película a sus espaldas. Por suerte el guionista decidio no ser extremadamente corrects con el humor, y vemos bastantes burradas por parte de Bill, sobre todo estando borracho y puteando a todo el mundo. Por suerte no recurrieron al humor escatológico, que eso también suma.

Uno no quiere ser malo con el debutante director y guionista Theodore Melfi, porque está haciendo sus primeras armas. Pero la verdad tanto a nivel dirección y guion el film es bastante plano y no destaca ni en una ni en la otra. La dirección es discretísima, digna de estudiantes de cine, porque no se ve un atisbo de personalidad. Y como ya dije la trama esta mil veces vista y se sostiene solo por su protagonista.

Como cavia esperar, el film paso totalmente desapercibido por los cines, y a nivel critica profesional y amateur tampoco fue odiada pero tampoco amada.

ST. Vincent es una película del montón, de esas que uno la pasa bien mientras la ve, porque más o menos sabe que va a pasar, y quizás hasta se ría gracias a su protagonista; pero a la semana ya nos olvidamos que la vimos. Y eso en el cine como en cualquier arte, habla de algo hecho a medias.



Un saludo gruñéndole a la vida.



Nota: 6


Jorge Marchisio

martes, 17 de marzo de 2015

¿Y donde esta el miedo?



Annabelle    





Mia y John esperan a su primogénito. Mientras él, pasa tiempo en el hospital donde trabaja, Mia se dedica a coleccionar muñecas con ropa de bautismo. Luego de que la pequeña hija de ambos nazca, Mia presenciara un ritual satánico en la casa de sus vecinos. Para olvidarse de tal cosa deciden mudarse; lo que nadie sabe es que el mal los seguirá para obtener lo que vino a reclamar, un alma humana.

Luego del éxito total de crítica y taquilla que fue El Conjuro, a los productores de Hollywood se les prendió la alarma ladri que dice “negocio a la vista” y buscaron como seguir robando con lo realizado por James Wan. Y teniendo en la trama una muñeca que de verdad existió, y lo mucho que le gusta a la gente los juguetes malditos, el curro estaba a la vista.

Y de hecho a la mayoría (me incluyo) no nos desagradó la idea. El Conjuro si lograba asustar, y la presencia de la diabólica Annabelle le ponía los pelos de punta a cualquiera con un mínimo de sangre en las venas.

Entonces ¿Por qué la mayoría considera esta película como un fiasco? Creo que el mayor problema que tiene, es que se nota que se hizo a las apuradas para que salga con El Conjuro aun fresca en la memoria de todos.

Por un lado tenemos una historia de terror bastante básica, donde hay una invocación y un demonio que queda atrapado en este plano. Hasta ahí no parece haber nada malo en sí. El tema es que mientras antes se tenía al genio de Wan y toda su pericia técnica detrás de cámara, ahora se tiene al don nadie de John Leonetti; que pese a haber estado involucrado en algunas que otras películas interesantes, se ve que no aprendió nada a la hora de dirigir. Y eso se nota.

Para que un film de terror funcione debe tener dos cosas que si o si tienen que estar bien hechas. Una es la trama, que debe ser coherente consigo misma, e ir llevando el terror en modo in crescendo para que le clímax sea verdaderamente horroroso para el espectador. Bueno, acá no pasa. De hecho el clímax es bastante frio y soso, además que ya se vio varias veces el tema del sacrificio para preservar una vida inocente.

Por otro lado, la dirección también tiene que tener su toque de virtuosismo. Y de nuevo, mientras menos se muestre en los minutos principales, e ir sugiriendo mas y mas hasta tirar toda la carne al asador al final, mejor. Y tampoco pasa. De hecho se muestra bastante aleatoria la dirección; de a ratos juega con insinuar (los mejores momentos), mientras que en otros muestra sin ningún pudor cayendo en generar terror por efectismo y no por una buena construcción. Otro pifie en la peli.

A eso le sumamos que el par de actores principales son lo más madera que vi en tiempo. La chica es muy linda (la recordaran por ser objetivo de levante del joven Xavier en First Class), pero es mala actriz con ganas; constantemente sobreactuando su supuesto miedo, haciéndolo poco creíble. Mientras que por el lado del esposo, que le toca jugar con el rol de escéptico, tampoco aporta mucho; aunque no lo matamos tanto porque tiene mucho menos tiempo en pantalla.

Annabelle es el claro ejemplo de films hechos para seguir robando con el primo cercano, o una saga. Sin rumbo fijo, y alejado totalmente de lo que represento la película original, está claro que fue una de las peores películas del año pasado.

Ojala sea suficiente escarmiento y la próxima vez se gaste un poco en armar un buen equipo técnico.



Un saludo muerto de aburrimiento.


Nota: 3

Jorge Marchisio

viernes, 13 de marzo de 2015

Jugando al Carmageddon



Mr. Mercedes     




El retirado y ahora panzón detective Hodges pasa sus días frente a la televisión, comiendo o jugando con su antigua pistola reglamentaria al borde del suicidio. Su vida esta en una meseta total, hasta que reciba una carta de un conocido suyo, Mr. Mercedes. Uno de los últimos casos que el detective no pudo resolver. Ahora empezara un juego de gato y ratón entre asesino y ex policía.

Para aquellos que están acostumbrados a los relatos de King, donde siempre juega el mundo sobre natural y la ciencia ficción; y quieren seguir leyendo ese mismo estilo, les advierto que no se acerquen a este libro, porque jamás aparece algo fuera de lo normal.

Sin haber leído aun su basta bibliografía, me arriesgaría a decir que es uno de los primeros policiales negros (de detectives privados) escritos por el Maestro. Y también de los pocos donde no aparece nada flashero.

Esto no es malo, de hecho la historia es atrapante desde la primera página, ya que King usa a modo de flashback quien es Mr. Mercedes y la matanza que armo para tener ese apodo. Una vez contado esto pasamos al presente, donde se mantendrá por el resto del relato.

Alternando entre la visión del detective y del asesino, King va construyendo de a poco los mundos donde conviven ambas caras de la misma moneda. Quizás peca un poco de hacer al malo demasiado malvado y odiable, y al bueno casi sin ningún defecto y que es bueno en todo. Ahí se nota que King es medio virgen en este género.

De todas formas, como suelen suceder en los libros donde conocemos el bando del villano, King no suele tomar partido por ninguno, dejando que únicamente el lector sea quien juzgue a los personajes. Pero como dije, hacerlos un poco más ambiguos a los dos hubiera beneficiado a la historia en general.

Lo que si se repite como algo bueno que suele poner King en sus libros, es los casi nulos rellenos que acompañan a la historia principal. Todas las tramas que se abren, complementan el hilo argumental base del libro. Parece una tontería pero no hay nada más molesto que leer hojas y hojas de una sub trama que no aporta nada, y por lo general, suelen quedar inconclusas.

El mayor defecto que se le puede encontrar a la novela, es que pese a que el sello de King esta y es visible, y engancha desde la primera hoja; el libro se torna casi nulo de originalidad. Es la historia mil veces leída del ex policía y el asesino inteligente, jugando casi una partida de ajedrez viendo quien falla primero.

Siendo este el anteúltimo libro editado de King, quienes quieran empezar a leer una saga, les aconsejo que se hagan con esta novela, ya que el propio escritor dijo que será el inicio de una trilogía, con la segunda parte que saldrá este año llamada Finders Keepers (Quien lo Encuentra se lo Queda). Aun no se sabe si será una trilogía temática, o si retomara personajes que ya conocimos en este libro.

Mr. Mercedes es entonces una entretenida novela, adictiva, pero casi sin nada original que ofrecer. Para los que estén indecisos y quieran caminar sobre seguro, aca tienen algo que les va a gustar y no los va a defraudar en lo mas minimo.



Un saludo escribiendo cartas raras.


Nota: 8

Jorge Marchisio

martes, 10 de marzo de 2015

Denuncia ya vista



Kill the Messenger   



Gary Webb es un periodista que tuvo su momento de fama en sus inicios, pero ahora es uno más en el periódico donde trabaja. Buscando un desafío, y volver a posicionarse entre los suyos, empieza a investigar el enorme trafico de crack que esta sufriendo USA. A medida que Webb empieza a tirar del hilo, va descubriendo que el gobierno, precisamente la CIA, ayudo a introducir la droga al país. Ahora Webb se pondrá en la mira de mucha gente a la que no le gusto que hable tanto.

El cine de denuncia o investigación es casi un género en sí. A la mente se me viene la genial JFK como emblema en esta categoría, y quizás la mejor de todas las películas de este tipo.

Pero para lograr hacer algo así, los guionistas deben involucrarse e investigar el tema, lo que vulgarmente se llama “ensuciarse las manos”, metiéndose ellos mismos en los chanchullos que denuncian casi tanto como los protagonistas de sus historias; si no, la cosa queda en algo banal y cliché.

Y por desgracia este es el caso. A todos nos gusta ver a los yanquis descubriendo sus propias miserias y metidas de patas, pero pocas veces eso que prometen en sus películas de denuncias termina pasando. Para peor, juegan a mostrar algo que incomodara a varios, pero visto de desde afuera la cosa se queda a media tintas.

A eso hay que sumarle cuando se llevan a las pantallas historias reales, con gente que si existió de verdad, como el propio Gary Webb y su investigación. De hecho, el film es una mezcla de adaptaciones del propio libro escrito por Webb llamado Dark Alliance, y otro del autor Nick Schou bajo el nombre de Kill the Messenger: How the CIA´s Crack-Cocaine Controversy Destroyed Journalist Gary Webb. Y sin haberlos leído, estoy seguro que la película no está a la altura del material que adapta.

Y es que uno supone que si se mete con su propio gobierno (y más si es el de Estados Unidos) la va a pasar bastante mal. Le empezaran a hacer la vida imposible, a revolver en el pasado de uno, amenazarlo físicamente a el y a su familia. Bueno, nada de eso pasa; y la verdad ver como punto de mayor riesgo para el protagonista el hecho de que le roben la moto, da bastante gracia.

Por lastima el elenco tampoco está muy bien aprovechado y no logra salvar el flojo guion. Jeremy Renner se carga la peli a sus espaldas y logra transmitir bien la desesperación de un hombre que está por descubrir una bomba atómica y todos le dan la espalda o lo amenazan. El resto del reparto apenas cumple a secas, con unos Andy Garcia y Ray Liotta haciendo casi de cameos más que de personajes.

Y habría que matar al que maquillo a Mary Elizabeth Winstead. Es un pecado afear a una chica tan linda.
La dirección tampoco ayuda demasiado; estamos ante esas direcciones genéricas sin personalidad,  por parte de un director que si vemos su filmografía no hizo nada destacable más que un par de capítulos de series.

Poco queda por salvar de esta película, salvo la actuación de Renner y un inicio que promete muchísimo. Pero el resto de la película es demasiado blanda para la premisa que propone la historia,  termina pasando como una película más del montón.


Lástima que por guionistas tan poco arriesgados, se trunco algo que podría haber sido como mínimo entretenido.



Un saludo sin investiar nada.



Nota: 4
Jorge Marchisio