American Horror Story: Coven
Esta semana acaba de terminar la última temporada de
American Horror Story. Como suele suceder con la serie creada por Ryan Murphy, vimos
una historia totalmente nueva a las anteriores. A mí en especial el tema de la brujería
siempre me gusto, así que decidí darle una tercera oportunidad al ciclo para
ver qué pasaba.
Zoe es una adolescente como cualquier otra, salvo con un
pequeño detalle que hasta el momento desconoce: desciende y ella misma es una
bruja. Adoptada por un aquelarre de hechiceras, Zoe se interiorizara en el
mundo de la brujería. A la par que intenta descubrir sus poderes, también conocerá
todo lo oculto detrás de algo que parecía un mito.
La verdad que la sinopsis me costó bastante hacerla. Si, a
grandes rasgos pasa eso, pero como viene siendo algo común en el ciclo, no hay
un solo protagonista, ni una única línea argumental, por lo que contar de que
va la temporada puede ser bastante complicado.
Y acá me doy pie para arrancar con al critica. Y es que más que
una marca de la casa, parece un lastre del que no se quieren desprender los
guionistas. Está bien que toda serie tenga un par de líneas argumentales (si no
sería un embole), pero siempre hay una que predomina a las otras, donde hay un
protagonista definido y casi todo gira alrededor suyo. Bueno, en AHS nunca pasa eso, y al parecer
estamos lejos de que pase.
Lo que es peor es que en esta temporada es donde más se marcó.
En las anteriores había protagonistas definidos (la familia en la primera ocasión,
Evan Peters y Sarah Paulson en la segunda). Bueno, acá parecía que íbamos a
tener por fin a la bella Taisa Farmiga como principal, pero al tercer capítulo casi
que daba igual si aparecía o no, siendo (otra vez), Jessica Lange la que se
lleva las luces.
Y con esto se perdió una de las líneas argumentales más
interesantes que había, que era la guerra entre brujas blancas y brujas vudú,
con Madame LaLaurie en el medio. Dicho enfrentamiento jamás se dio, ya que se
aliaron luego de que nos enteramos que se odiaban.
Y esa es otra marca registrada/cagada de la serie; la de abrir
miles de arcos argumentales y no cerrarlos, o explicarlos a medias. Por suerte
en esta temporada, pasó en mucho menor medida que las dos anteriores, pero siguió
estando. Brujas vs vudú, brujas y vudú vs cazadores, ver quien era la suprema,
pelea de egos entre las adolescentes, vecina santurrona asesina, mayordomo
obsesionado con las muñecas, torturadora de negros convertida en inmortal. Todas
esas cosas pasaron en tan solo trece episodios. Obviamente todo contado a las apuradas,
con sub tramas sin terminar en forma concreta, o que se resolvía en dos
episodios. Claro ejemplo de que a veces más es menos.
En cuanto al elenco también se lo volvió a desaprovechar. Ok,
Jessica Lange es una gran actriz y a su edad esta atendible aun, pero no por
eso tienen que focalizar toda la atención en ella. No cuando para esta
temporada se anunció entre bombos y platillos la presencia de Kathy Bates, que
resulto aparecer poco y con nula relevancia. Ni hablemos de como Taisa Farmiga paso
de ser protagonista a una más, o Evan Peters a ser un extra.
Muchos dirán que todo esto pasaba antes, y seguramente
tengan razón, pero las temporadas pasadas al menos a mí, me aburrieron entre
tanta sub trama y tropecientos personajes innecesarios al grado que las deje a
ver a mitad de año. Esta la termine de ver porque todo ese menjunje poco
elaborado se dio en menor medida.
AHS: Coven fue
mirable y punto. Tiene un par de cosas interesantes, pero ante semejante
ensalada, se terminan perdiendo y haciendo que el espectador se las olvide.
Y American Horror
Story como serie en sí, es un desperdicio de buenas intenciones. La idea de
que cada temporada sea independiente y toque temas distintos es genial, pero
cuando se quiere contar tanto, se termina abarcando poco y mareando al
espectador.
Desde este humilde lugar, se piensa que quizás los
guionistas deberían bajar sus pretensiones un poco, y contar algo más concreto
y ya.
Un saludo dando vueltas sobre nada.
Nota: 5
Jorge Marchisio
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