¡Hagan Sitio! ¡Hagan Sitio!
Estamos ante uno de esos curiosos casos de un libro que fue
bastante innovador para su época, pero que por alguna extraña razón, con el
paso de las generaciones, fue cayendo en el olvido, y no así su posterior
adaptación, Cuando el Destino Nos Alcance,
hoy considerada un film de culto.
Pero centrémonos en la historia del libro. Estamos a finales
del año 1999. La población mundial se incremento de forma descomunal, la comida
real es un lujo que solo pocos se pueden dar, el resto debe conformarse con
comida sintética, entregada por el gobierno de forma racionada, lo que conlleva
a que muchos terminen muriendo de hambre. Las plantas y los animales están casi
extintos ya que fueron devorados, y en las calles la gente se apila debido a
que no hay más departamentos donde vivir.
La historia se centra en especial en dos personajes. Andy,
un policía al que se le encomienda investigar el asesinato de un empresario
bastante turbio, y Chung, un joven marginal que es el asesino en cuestión. A través
de ellos la historia nos ira mostrando la decadencia de la sociedad, en la cual
la muerte por hambre, frio o deshidratación son moneda corriente.
Si bien el libro fue publicado en 1976, estamos ante esos
casos donde el escritor, Harry Harrison, fue un visionario y escribe cosas que
actualmente pasan. Además de saber retratar las miserias humanas, esas que
surgen aun en esos momentos donde debería aflorar la bondad.
La historia del libro fue llevada posteriormente al cine, sufriendo
muchos cambios en el proceso de adaptación que favorecieron al film y lo
establecieron como película de culto. Por desgracia, y de forma extraña, esto
jugo en contra a la publicación, que en comparación con el largometraje queda
bastante por debajo. Con el paso de los años Cuando el Destino Nos Alcance fue ganando popularidad y ¡Hagan Sitio! ¡Hagan Sitio! Cayendo en
el olvido.
Quienes gocen de la lectura casi apocalíptica, o la ciencia ficción
donde no hay elementos fantásticos, les recomiendo esta novela, bastante corta
y de lectura fácil.
Un saludo comiendo poco.
Mi face: Yorsh A. Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario