jueves, 6 de septiembre de 2012

Cuando falla el guión


Todos Tenemos un Plan  









Sin duda una película que despierta la curiosidad de todo cinéfilo local es esta. El motivo es obvio, ver a al casi argentino Viggo “Guido” Mortensen en un film nacional.

También era ese mismo factor el que daba algo de miedo. Mas allá de lo simpático que cae Mortensen, de lo buen actor que es, una cosa es actuar en Hollywood y otra cosa en el cine argentino, con diálogos 100% en castellano, teniendo que sonar porteño, interactuando con actores nacionales y siendo dirigido por una directora primeriza. Bueno, todo esto resulto ser una sorpresa porque funciono a la perfección, no así lo que más debería cuidarse de una película, que es el guión.

Estamos frente a la historia de Agustín Souto, un medico de Puerto Madero que esta aburguesado y hastiado de su vida monótona. Esto lo lleva a beber demasiado, a separarse de su mujer y renunciar a sus trabajos. Un día, ya exiliado en su casa, recibe la visita de Pedro, su hermano gemelo enfermo de cáncer. Ante la muerte de Pedro, Agustín ve una salida a su monotonía; tomar la identidad de este e irse a vivir al Delta. Lo que no esperaba, era que en su nuevo hogar lo iba a esperar una maraña de mafia y violencia con los lugareños.

Uno de los grandes aciertos de la película es la ubicación en el que sitúa la acción. Extrañamente el Delta es un sitio poco usado a la hora de filmar, a pesar del clima innato que trae el lugar. A eso hay que sumarle la excelente fotografía con la que se lo retrato, transmitiendo constantemente un clima gélido, y desesperanzador. Si bien contexto no es clave en la trama (la historia bien se podría haber filmado en una villa), lo poco usado filmográficamente que es y lo bien que se cuido este apartado hace que sea el punto mejor logrado del film.

Como dije al principio, uno de los riesgos que se corría era que Viggo sea Guido Mortensen. Una cosa es escucharlo hablar sobre San Lorenzo, y otra distinta es oírlo y verlo interactuando con actores locales. Si bien su extraño castellano se hace presente, esta bien camuflado en el único acierto que tiene el guión, y es que hace hablar al actor en frases cortas y espaciadas. Lo mismo se aplica al español Javier Godino (si si, el asesino de El Secreto de Sus Ojos).

Pero todo lo bueno que se construye, se va al carajo con el flojísimo guión, escrito por la misma directora, Ana Piterbarg. Cualquiera que allá visto unos cuantos thrillers, podrá adivinar que es lo que va a pasar, los pasos que va a seguir el protagonista y como terminara cada personaje. Una lastima que todos los aciertos de la película se pierdan en un guión tan obvio y poco trabajado.

En conclusión, Todos Tenemos un Plan es una decente película, que cuenta con un actor de prestigio internacional, junto con buenos actores locales (destaco de ellos a Fanego), pero que por culpa de una estructura narrativa muy básica termina siendo otra película del montón, de esas que alimentan a la gilada para decir “el cine argentino es aburrido”.

Un saludo desde la lancha.


Jorge Marchisio

Mi face Yorsh A. Romero

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